¿Qué es?

Es la mirada profesional que busca acompañar el aprendizaje como proceso en su más amplio espectro. La psicopedagogía incluye los aspectos intrínsecos y las relaciones sutiles que envuelven el momento vital del niño, su familia y su contexto académico para comprender de una forma global cómo está siendo su crecer aprendiendo.
Para poder desarrollar una comprensión profunda de los aspectos implícitos en la situación particular de cada niñx o adolescente es necesario profundizar en el momento evolutivo, valorar la situación emocional y conductual que se puede estar gestando o manifestando, los aspectos pedagógicos y sociales, así como conocer sus características de funcionamiento neuropsicológico.
Cuando existen dificultades de aprendizajes está demostrado que existe un elevado riesgo de que se dañe la autoestima y el autoconcepto de quien lo sufre mientras no existan los andamiajes necesarios para transitar hasta la autonomía y la compensación de la dificultad.

Psicopedagogía
senda aprendizaje

¿En qué consiste el trabajo psicopedagógico?

Los objetivos de la psicopedagogía se centrarán en abordar las necesidades que estén presentes (pedagógicas, de estimulación neuropsicológicas y de acompañamiento emocional individual y familiar) y que estén generando un desequilibrio en el día a día del niñx o adolescente y sus familias. Sabemos que existe una relación profunda entre cómo logramos situarnos ante los retos del aprender a aprender y en cómo ello impacta sobre la idea que el niño o la niña va forjando sobre sí mismx.

Las sesiones de psicopedagogía tendrán un foco concreto en el fortalecimiento de las competencias y el desarrollo de estrategias de aprendizaje sin dejar de lado el acompañamiento de los aspectos emocionales/conductuales que rodeen este proceso y las necesidades específicas que se deriven de ello.

¿Cuándo debo solicitar acompañamiento psicopedagógico?

El camino para determinar este tipo de intervención puede venir dado por diferentes tesituras, y pese a que el psicopedagogx será quien intervenga, en algunas ocasiones existirán fases exploratorias previas que deberán ser hechas por otros profesionales (psicólogxs especializadxs o neuropsicólogxs) para poder determinar con claridad el tipo de intervención prioritaria:

La intervención como prevención es siempre un acto de inversión en tanto que salva distancias críticas en el tiempo que pueden ser acompañadas y compensadas con el consecuente ahorro de desgaste emocional que pudiera surgir cuando la detección es tardía.
Cuando se detectan procesos relacionados con la manera de aprender que requieren una mirada especial, la propia intervención nos brinda información a través del estilo de respuesta al trabajo efectuado. Es decir, una intervención a tiempo nos puede ofrecer una compensación rápida o tal vez nos irá mostrando que requerimos de más tiempo o profundidad en la comprensión de las características del niñx. Sería gracias a esta intervención/observación del proceso que acabaríamos determinando en tiempos concretos puntos de inflexión sobre los cuales ir revalorando los siguientes pasos. Sin embargo, el hecho de que el niñx haya recibido el andamiaje concreto hará que toda una cuota de frustración no sea vivida en solitario y sin estrategias más que las propias, y esto siempre será un factor protector para una autoestima y autoconcepto saludable.
Conocer cómo aprende el/la niñx es vital para comprender cómo acompañarle. Es importante tener en cuenta que esta fase exploratoria será importante tanto si finaliza como si no en una orientación diagnóstica. Esto es así porque la valoración objetiva del punto de partida nos abre la vía de intervención y nos ayuda a conocer mejor al niñx en su entorno. Además, sobre esta base podremos establecer una referencia del progreso que, a posteriori nos ayudará a valorar tanto el ritmo individual del niñx, como la eficacia de las intervenciones y estrategias aplicadas.
Una vez hecha una valoración objetiva que nos ayude a comprender el motivo neuropsicológico, vital o social que conlleva la necesidad de acompañamiento específico en los procesos de aprendizaje sea el motivo que sea (retraso académico, TDL, dislexia, TDAH, discalculia, TEA, DIL, altas capacidades, etc.) podremos acompañar al niñx pero también a su familia y a su entorno académico cercano en la comprensión de sus necesidades.
Una vez tenemos claras las necesidades. La intervención se centrará en los procesos relacionados con la manera de aprender, desarrollarse y posicionarse frente a los retos desde una vertiente también de autonomía personal.
La intervención psicopedagógica pondrá foco en las dificultades que surjan en el momento de adquirir nuevos aprendizajes, en el apoyo para superar los aspectos que obstaculicen las actividades (pedagógicos, neuropsicológicos y emocionales). Se diseñarán actividades pensadas para apoyar, complementar, experimentar, aclarar, superar de forma particular y poco a poco poder llegar a generalizar no solo mejoras competenciales académicas, sino también habilidades estratégicas y de autonomía personal.
El objetivo de fondo siempre será que las estrategias de compensación que se desarrollen sean generalizables con el tiempo a los siguientes retos vitales que la vida seguirá proponiendo.

La psicopedagogía en la atención temprana (antes de los 6 años) contemplará desde una perspectiva global el desarrollo de las necesidades evolutivas. Su abordaje nos aportará la posibilidad de acompañar los procesos que sean necesarios para apoyar al equilibrio adaptativo y por tanto de salud y bienestar en el proceso vital del infante.
En esta etapa evolutiva el/la psicopedagogo/a acompañará los procesos previos y de iniciación de los aprendizajes teniendo en cuenta todos aquellos aspectos que intervendrán en el proceso y harán que se desarrolle con mayor o menor fluidez. Es por ello por lo que irá evaluando el progreso de su rendimiento cognitivo, de los hitos de la comunicación, de los aspectos relacionados con la psicomotricidad gruesa y fina, así como la calidad y capacidad de vinculación con las figuras de apego más relevantes.
Durante el acompañamiento se focalizará en una perspectiva de intervención donde se contempla a la familia y la escuela como núcleos de desarrollo imprescindibles en el día a día del infante.